lunes, 14 de septiembre de 2015

Introducción a Pink Floyd

 Pink Floyd (además de tener uno de los nombres más geniales que jamás haya podido tener una banda), siempre será una de mis bandas favoritas. Fue la primera banda que me hechizó, la primera banda de la que me convertí en fan, y gracias a ella comencé definitivamente a conocer el maravilloso mundo del rock. En síntesis, esta banda abrió las puertas de mi mente. Y eso no lo hace cualquiera.
 Como toda banda clásica, tiene sus múltiples detractores. Una de las críticas que le hacen es que Pink Floyd no vale nada sin sus efectos especiales. Y es verdad: discos como Dark Side Of The Moon o The Wall, apabullan al oyente por todos lados con efectos asombrosos como aviones, corazones latiendo, relojes, cajas registradoras o muros derribándose. Pero me parece realmente necio e ignorante decir que estos efectos “tapaban” de alguna manera la pobreza musical de la banda. ¿Perdón? Si realmente me importaran los efectos, saldría a la calle y los escucharía gratis. Se pueden hacer críticas fundamentadas, argumentando una opinión sobre determinada banda, pero cosas como éstas realmente me hacen pensar que la gente que opina esto no está del todo cuerda. Además, después de todo esos efectos son parte de la banda, así que tampoco tiene sentido. Sería como decir que Stairway To Heaven no sería nada sin el solo o que los Beatles no serían nada sin sus melodías. 
 Otros critican la falta de virtuosismo en los integrantes, y también tendré que concordar: salvo Gilmour, los demás instrumentistas eran simplemente competentes, y en este caso no puedo utilizar la excusa que usé con los Beatles, porque en el rock progresivo es más “necesario” el virtuosismo. Realmente no me importa mucho. Primero porque hay miles de tipos que son una máquina de tocar, y lo desperdician. Floyd, en cambio, exprime hasta la última gota de recursos musicales en cada disco. Al igual que los Beatles, Floyd se destaca más por la composición que por la forma de tocar, pero mientras los Beatles se destacaban en las melodías y los arreglos, Pink Floyd se destacaba en crear pasajes musicales que despierten imágenes en la mente, que hagan aflorar sentimientos. ¿Alguien hizo una música tan atmosférica como Floyd? No lo creo. Cada canción de Floyd está perfectamente estructurada, seduce, atrae, emociona y fascina, aún sin demostrar ningún genio instrumental. Y es que no lo necesitan. ¿Para qué quiero escuchar un solo de 256 notas de Ymwgee Malmstein cuando un riff de 4 notas como el de Shine On You Crazy Diamond penetra en mi alma 1000000 veces más? Me parece mal criticar al grupo por su falta de virtuosismo: en todo caso, es una característica, ni buena ni mala, y si se critica eso también se deben reconocer otras virtudes de la banda. 
 Y es que no sé quien en su sano juicio puede negar las inmensas virtudes que tiene. Primero y principal, fue un grupo variado. Se pueden distinguir tres etapas muy claramente diferenciadas. La primera abarcaría solamente The Piper At The Gates Of Dawn, ya que es el único CD en el que actúa Syd Barrett, pero para mí se extiende hasta Atom Heart Mother. Esta etapa se caracteriza por la psicodelia alocada, demente y revolucionaria del primer disco, bajo la batuta de Syd, y luego la banda acusó el golpe de haber perdido a su líder, y divagó buscando un nuevo rumbo durante cuatro discos, pasando por música oscura, avant-garde, folk y suites sinfónicas. La segunda etapa va desde Meddle hasta The Wall, y es donde Pink Floyd al fin encuentra su sonido seductor, muy progresivo y atmosférico, más “comercial” si se quiere, pero infinitamente bello y placentero. Esto se da en Meddle, Dark Side Of The Moon y Wish You Were Here, y luego en Animals y The Wall el grupo vira en 180 grados hacia un sonido opresivo, furioso y muy rockero. A partir de aquí comienzan las desavenencias entre los integrantes, que derivan en la salida de Roger Waters de la banda, no sin antes sacar un “réquiem para la posguerra” que indicaba el camino que seguiría la carrera de Roger, preocupándose más por las (excelentes) letras que por la (mediocre) música. Los dos últimos álbumes son penosos intentos de Gilmour por revivir a la banda, pero el sonido ochentoso y new age de ésta etapa nunca puede acercarse a la grandeza que otrora había ostentado el grupo. Como pueden ver, el grupo es de una gran diversidad, y pasó por prácticamente todos los géneros posibles. 
 La etapa más reconocida de la banda es la segunda etapa, donde grabó sus mejores discos. Les repito, dudo que haya una banda con un sonido más intoxicante, más bello, más atmosférico, más seductor. Puede ser más rockero o más pop, más pulcro o más guitarrero, pero siempre nos maravillarán los efectos que pueden crear, con pasajes instrumentales de lo más emotivos que se pueden oír. Y es que Pink Floyd era una banda casi matemática en ese sentido. Ni una nota fuera de lugar, todo fríamente calculado y sin espacio para la más mínima improvisación (algo que se refleja en sus recitales), todo en la banda era una consciente exploración musical a fondo que buscaba exprimir todos los recursos posibles para dejar apabullado al oyente. La producción es siempre perfecta, lo que da aún más posibilidades a la banda de atacar al oyente por todos los flancos. Entonces, además de haber sido muy diversa como banda, su característica más importante es que son la definición del sonido. 
 Por último, están las letras, y vaya si son importantes. Además de emocionarnos musicalmente, Waters también logra hacernos reflexionar sobre la sociedad moderna. Y es por eso que Pink Floyd no es una banda de hits. Cada disco es un mundo en sí mismo, y las canciones pierden todo su poder sacándolas de contexto. Cada disco de Pink Floyd explora una temática distinta, y es así que veremos reflexiones sobre la vida en general, memorias (algo hipócritas) sobre su líder enloquecido, críticas a la industria musical, metáforas basadas en Rebelión En La Granja, óperas-rock que analizan la alienación del ser, y finalmente lo que yo considero el pico letrístico de Waters en The Final Cut, dando una reflexión desgarradora y sombría sobre lo terrible de las guerras. 
Entonces, Pink Floyd es una banda emotiva, no tan compleja, pero sí seductora, con un sonido atrapante, con letras emotivas, una producción bien cuidada y efectos de sonido por doquier. Un cocktail perfecto que logra lo que se buscaba: apabullar al oyente de las más infinitas sensaciones. 
 Pasemos entonces al repaso de los integrantes. Primeramente, el líder de la banda era un tal Syd Barrett. El problema de Syd era que se estaba bastante limado, y así tuvo que retirarse de la banda y de la música en sí. Si bien no me parece el genio absoluto de la banda, como afirman algunos, era muy talentoso para componer canciones psicodélicas, y sus canciones deben haber sido de las más delirantes y desquiciadas de este género. Por otra parte, me parece que su vida no concuerda con su historia. Rememoremos: una estrella de rock, cae en las drogas y enloquece. ¿Cuál es el final más probable? Cualquiera diría que se convertiría en un nuevo miembro del Club de los 27. Pero no, hete aquí que el tipo se retiró a vivir con sus padres y vivió hasta los 60 años, llevando una vida reposada y tranquila. ¿Habría que investigar cuál fue la falla, no? 
 El que tomó la posta del liderazgo fue Roger Waters. Le tomó algo de tiempo, pero luego demostró que era sin lugar a dudas uno de los mayores genios de la música popular. No sólo aportaba las letras y los conceptos, sino que también componía gran parte del material. Ya desde la época de Dark Side Of The Moon era el principal compositor, pero desde Animals desarrolló una egolatría inmensa que lo llevó a monopolizar por completo la producción musical del grupo, y compuso prácticamente solo un disco cuasi-perfecto como Animals y un tour de force inigualable como The Wall. Luego se le agotó la creatividad, pero es innegable que fue uno de los mayores compositores de la historia del rock. Como bajista no era la gran cosa, pero aportó algunos momentos sensacionales como One Of These Days o Money. 
 David Gilmour fue el otro miembro más importante del grupo. Ingresó en reemplazo de Syd y aportó al grupo su distintivo estilo de tocar la guitarra. Es el más competente instrumentista de la banda, pero tampoco es un gran virtuoso que digamos. Sin embargo, es uno de mis guitarristas favoritos, ya que posee un estilo único. Calculado, matemático, pero para nada frío, no tira mil notas por segundo pero las tres que tira las tira en el lugar exacto. Su sonido tan característico de guitarra, seductor, conmovedor y único, es uno de los factores más singulares de la banda. Como era de esperarse, sus solos y líneas de guitarra son increíblemente emotivos, además de aportar algunas innovaciones como el magnífico efecto de Another Brick On The Wall. Remitirse al hermoso solo de Comfortably Numb, al solo frenético de Shine On You Crazy Diamond o a su sublime performance en Dogs para saber de qué hablo. Es también un gran vocalista, con una voz reposada y grave que contrasta con el histrionismo de Waters. Compositivamente aportó mucho y muy bueno hasta la llegada del monopolio de Waters. 
 Richard Wright era el tecladista de la banda. Uno muy bueno, por cierto. En la etapa psicodélica de la banda, fue el sostén del sonido esquizofrénico del grupo a base de líneas de teclado brillantemente ácidas como la de Take Up Thy Sthetoscope And Walk, y luego en los ’70 brilló con los sintetizadores, como la introducción perfecta de Shine On You Crazy Diamond o la performance bestialmente macabra de Welcome To The Machine. 
 Nick Mason era el baterista, y no era muy destacable que digamos, pero cumplía, y tuvo algunos momentos verdaderamente buenos como en Time
 En fin, la banda con el sonido más seductor del planeta. Hoy en día no la escucho demasiado, pero sigue siendo una de mis bandas favoritas. Siempre es un placer escuchar la música de Pink Floyd. Además, considero que Pink Floyd sirve muy bien de “nexo” para alguien que quiere empezar a escuchar música rara o no tan comercial. Si quieren iniciar a algún niño en el hermoso mundo del rock, no se anden con esas mariconeadas de música for babies: enciérrenlo en una pieza con parlantes holofónicos y pónganle Dark side of the moon a todo volumen. Ese chico va a salir con la mente volada, se los aseguro.
 Pink Floyd, señoras y señores. La banda quintaesencial de los años setenta. Disfrútenla.

4 comentarios:

  1. muy bueno, y si desea un pink floyd menos y anàlogo in situ, ummagumma, en vivo

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  2. Si no vas a actualiza despídete al menos...
    Se te extraña :(


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  3. la verdad aunque el pink floyd de discos normales de los 70´s va de decente a la polla, el pink floyd de bandas sonoras y de despues de los 70 deja muchisimo que desear ademas no me parece muy inpresionante que son una gran banda no lo niego pero estan lejisimos de ser los mejores o perfectos

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