martes, 15 de mayo de 2012

Manal (1970) - Manal


Puntuación: 9

Mejor tema: Avellaneda blues

Tracklist:
01. Jugo de tomate
02. Porque hoy nací
03. Avenida Rivadavia
04. Todo el día me pregunto
05. Avellaneda blues
06. Una casa con diez pinos
07. Informe de un día


1970. El rock nacional daba sus primeros pasos en la Argentina. Los Gatos habían sido los precursores, con su beat despreocupado con ligeros toques de melancolía rioplatense de la mano del rosarino Litto Nebbia. El año anterior, un pibe de 19 años había descolocado a la escena del momento con Almendra, un disco original, creativo y totalmente adelantado a su época. La escena ya se preparaba para la explosión de bandas de la primera mitad de los 70. 
Pero faltaba algo. Nuestro costado pop se saciaba con Los Gatos, nuestro costado artista y poeta se veía cubierto por Almendra. ¿Y nuestro costado barrial? Manal vino a llenar ese vacío. Su disco debut, que me dispongo a analizar, es barrio puro. La pluma bohemia de Javier Martínez (un habitué de la Cueva) tiene toda la calle que le faltaba al debut de Almendra. Letras hablando de la vida de los hippies de ese momento, de sus dudas existenciales, de su vida en la calle, descripciones de barrios como Avellaneda, cercanos, nuestros.Manal es el escape a la rutina, es sentir la juventud nuevamente. La poesía deAlmendra era surreal, poética y artística, pero este disco nos entrega nuestra dosis de sexo, de vida nocturna, de bohemia. 
Y, por sobre todas las cosas, nos entrega blues. Siempre viene bien un poco de blues en el alma. Y vaya si esto es buen blues. Hay algunas influencias del rock stone, se notan también toques de jazz, pero más que nada hay influencias de Cream. Manal surge como el Cream del subdesarrollo, ejecutando un blues directo con predominancia de viciosas guitarras. 
Es el primer power trío del país, y cada integrante se destaca en lo suyo. Alejandro Medina entrega algunas geniales líneas de bajo, y la guitarra florece en las manos de Claudio Gabis, en un estilo algo jazzero muy embriagador. Pero todos los flashes se los lleva Javier Martínez. Su batería es realmente potente, pero lo que se destaca es su voz. Extraño que el cantante sea el baterista, ¿no? Su voz grumosa, bohemia y condenadamente blusera, puede expresar tanto amor, como furia y, muchas veces, una vorágine sexual indisimulada. Personalmente siempre me pareció de las mejores voces del rock nacional. Esta combinación de letras bohemias, calidad instrumentística y, sobre todo, polenta blusera, solo podía dar como resultado esta obra maestra. 
No puedo ponerle 10 porque después de todo no es original (el blues nunca lo es, pero se puede innovar en algunos sentidos como por ejemplo Eric Clapton en la forma de tocar la guitarra en los ya mencionados Cream) y copia a una banda inglesa ya existente (no del todo, Cream era más rockero, mientras que Manales blues más clásico), pero sí puedo afirmar que, a mi manera de ver, este disco supera a Disraeli Gears. Es que aunque Cream tenía, si se puede decir, más talento, con la fenomenal guitarra de Clapton, muchas veces no entregaba todo lo que sabía y muchos números de ese disco son relleno, muchas veces dedicándose a canciones más pop de lo que verdaderamente podían y sabían hacer. Manal en cambio nos tira un blues directo y salvaje, puro y vicioso, sin debatirse mucho en momentos pop o melodiosos. Y es que esto era lo que sabían hacer. Es por eso que, en este disco, no hay prácticamente momentos bajos, a punto tal que la consistencia es prácticamente perfecta. 
Pero basta de hablar tanto. El perfecto riff con que abre el disco nos da la pauta de lo que nos espera.Jugo De Tomate es un clásico del rock nacional, y esto está justificado por su riff monumental, su memorable estribillo y la sutil armónica que aparece al final. La letra es puramente hippie, con líneas como "Si querés triunfar con las mujeres, tener muchas que lloren por vos, tendrás que ser un poco inteligente, tener dinero y una buena voz". 
El segundo tema, Porque Hoy Nací es el único punto bajo del disco. Es disfrutable, sobre todo por ese órgano Hammond tan psicodélico que aparece en la segunda parte, pero es muy letárgica y larga como para tomar vuelo. Como ven, el punto más bajo del disco se da cuando la banda, en vez de hacer lo que sabe, intenta salirse del blues. Generalmente me gusta que los discos sean variados, pero hay casos en los que se nota que una banda sabe hacer algo solamente, y en esos casos no se debe perder el tiempo en otros experimentos. 
Pero el disco vuelve a buenos terrenos con Avenida Rivadavia. Tal vez sea el número más pop del disco, con una irresistible melodía pegadiza, pero a la vez nunca deja de rockear, con un genial solo de guitarra y un frenético toque de batería. 
Todo El Día Me Pregunto es el blues más blues del álbum, basándose en un simple piano y ocasionales ribetes de guitarra muy efectivos, que aparecen entre cada verso con riffs salvajes. La letra es nuevamente hippie, preguntándose por qué llevar ese ritmo de vida, en un pesimismo algo exacerbado. 
El lado B comienza con el mejor tema del disco y uno de los mejores temas de la historia del rock nacional. Avellaneda Blues es la mejor imagen barrial posible, con una letra descriptiva típicamente porteña, y destila bohemia por todos lados. Uno se ve transportado a ese ambiente sucio, portuario de la Avellaneda de los sesenta, con líneas geniales por doquier como "Sur, un trozo de este siglo, barrio industrial" o "Charco sucio, el agua va pudriendo un zapato olvidado". Y la música acompaña con un blues perfecto, carnal. La voz de Javier Martínez nunca sonó tan ajustada, con una performance directamente sublime. Y el memorable solo del medio, uno de los mejores que haya escuchado, termina de conformar un tema impecable por donde se lo mire. 
Una breve introducción de batería abre Una Casa Con Diez Pinos, un tema algo pastoral, con guitarras acústicas verdaderamente campestres, punteos brillantes de guitarra eléctrica y una de las mejores melodías del disco. La letra es típica de la época, criticando la vida urbana y hablando de una casa en el sur adonde ir a vivir, sin las preocupaciones de la vida cotidiana. 
El álbum concluye con Informe De Un Día, el tema más extenso del disco. Esta vez la canción es rápida, movida, con un piano delicioso y un estribillo con coros muy melodiosos. Pero lo mejor es la extensa sección de solos del medio, donde aparece un riff totalmente devastador, un solo de batería en donde Javier demuestra todo su virtuosismo y un solo distorsionado de guitarra demoledor. Aquí sí que la banda rockea, en una performance ajustada que te tendrá saltando de la silla hasta el reprise del estribillo que termina el disco. 
En fin, una obra maestra del blues, bohemia, porteña y demoledora. Un 9-.


2 comentarios:

  1. Nooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Como discrepo con vos en cuanto a "Porque Hoy Nací". Pienso exactamente lo opuesto, es el mejor tema del disco y eso que todo el disco es buenísimo. Pero "Porque Hoy Nací" es realmente especial, ese cantar mantrico es una genialidad.
    Copado el blog.

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    1. Jajaja, gustos son gustos. Concuerdo en su condición de mantra, de todos modos. Gracias por comentar!

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